DOS MANOS.

Hay muchos juguetes para que los niños jueguen, así que es un lugar que les encanta. ¡Los tacos son increíbles!

Puede que Dos Manos en la ciudad de Okinawa sea pequeño, pero está repleto de ambiente mexicano. Desde la colorida decoración hasta la música latina de fondo, el ambiente captura la auténtica experiencia latina. Incluso esperar mi comida para llevar se sintió como parte de la diversión. Pedí arroz para tacos, un burrito húmedo de res y dos tacos de cada sabor. Al llegar a casa, todo se veía fresco y sabía igual de bien. El arroz para tacos estaba en su punto, el burrito húmedo estaba contundente y sabroso (a mi novia le encantó), y los tacos eran de pollo y res de verdad, sazonados en su punto justo. La frescura es lo primero que notas, y el sabor le sigue de cerca. Es un poco caro, pero la calidad y el sabor lo hacen merecedor, sobre todo si se te antoja comida mexicana bien hecha en Okinawa. Otros comensales dicen lo mismo: Dos Manos es conocido por algunos de los mejores tacos de la isla, con platos destacados como lengua, cordero, guacamole y horchata. A la gente le encantan las porciones generosas, los sabores auténticos y el ambiente divertido. Algunos comentan que los frijoles con arroz no son lo más fuerte del menú, y que los tacos pueden costar unos ¥500 cada uno, pero en general, la comida se gana su reputación. Aceptan tarjetas de crédito para pagar, pero es más fácil y rápido usar el pago con tarjeta. Si buscas comida mexicana fresca y sabrosa con un auténtico toque cultural, Dos Manos es una excelente opción.

Todo era fresco. Su horchata estaba INCREÍBLE; también ofrecen agua gratis. Los tacos de carnita estaban buenísimos. El plato infantil estaba monísimo. ¡Las quesadillas tenían mucho queso! Los extras, como la crema agria y el guacamole (que sabe a aguacate machacado), cuestan más. Tienen variedad de salsas picantes.

Las papas fritas estaban rancias, la comida sosa, el batido de piña y coco estaba bueno, pero la comida no valía la pena. La mitad del local era para niños y los asientos eran incómodos.